La crisis económica que ha eclosionado en Brasil y la
fuerte depreciación del real, la moneda del gigante económico de América del
Sur, afectan muy directamente a Prosegur, debido a que la compañía ostenta una
firme posición de liderazgo en ese país, igual que también tiene una presencia
muy relevante en otros 16 países. Las vulnerabilidades derivadas de la alta
exposición de Prosegur en España y Brasil se ven mitigadas por el desarrollo de
una estrategia de amplia presencia internacional, en la que destaca la reciente
entrada en nuevos mercados, como India, Singapur o Australia. Así, tanto en
términos de negocio como financieros, la empresa logra consolidar una mejora
constante de sus cifras. En consecuencia de estas buenas perspectivas, los
expertos de Axesor otorgan a Prosegur un rating no solicitado de BBB-, aunque se
encuentra en observación por un proceso de revisión.
El desarrollo de negocio ha permitido una mejora notable de las
ventas, que entre 2010 y 2014 experimentaron un crecimiento del 34,7%. Esta tendencia tuvo su
continuidad en el primer semestre de 2015, en el que las ventas crecieron un
7,9% hasta llegar a 1.953 millones de euros. Prosegur, empresa fundada en 1976,
se caracteriza por un mix de negocio sin concentración, con un posicionamiento
y diversificación adecuados en sus distintas líneas de negocio, que le permiten
un importante control del riesgo. Su fuerte consolidación en América Latina,
donde es líder en la mayoría de los mercados donde opera, está padeciendo ahora
las consecuencias de la debilidad económica que afecta a la región, que se
traducen en una merma en el beneficio bruto operativo como consecuencia del
efecto divisa. De ahí la importancia de la progresiva entrada de Prosegur en
nuevas zonas del mundo. A nivel doméstico destaca la puesta en marcha de la
nueva ley de seguridad privada en España, que podría favorecer a la compañía
gracias a una mayor asignación de competencias al sector. Recientemente,
Prosegur se ha convertido en la primera firma de seguridad con licencia para
volar drones en España.
La deuda financiera neta concluyó el primer semestre del año en
626 millones de euros (con un ratio sobre Ebitda de 1,3 veces). La compañía ha
negociado un nuevo crédito sindicado que le ha permitido amortizar de manera
anticipada la parte más costosa de su deuda y sustituir su anterior préstamo
sindicado por uno nuevo con vencimiento en 2019 y que proporciona un calendario
de pagos más holgado. Es cierto que los actuales niveles de apalancamiento son
muy superiores a los que había entre 2005 y 2010, cuando la deuda financiera
neta oscilaba entre los 140 y los 250 millones de euros, pero este incremento
del endeudamiento ha ido acompasado con el crecimiento del volumen de negocio
del grupo. De igual modo, la fuerte corriente inversora lleva a una reducción
de los niveles de tesorería, que en el primer semestre del año cerró en 250
millones de euros, frente a los 293 millones al término del mismo periodo en
2014. Pero Prosegur ya ha demostrado con anterioridad la capacidad para
integrar de una manera exitosa sus operaciones de fusiones y adquisiciones.
Esta experiencia, añadida a la prudencia que marca la estrategia de compras de
la empresa, adquiriendo sociedades ya consolidadas en los mercados donde busca
introducirse, hace esperar que las inversores puedan empezar a ser productivas
a corto plazo.
De hecho, no se observan dificultades en la generación de caja,
ni signos de tensión futura, operando con un fondo de maniobra positivo y un
capital circular con una dinámica favorable para el grupo. La generación de
liquidez y la solvencia inmediata garantizan una adecuada capacidad de pago y
poder afrontar el pasivo contraído sin que se anticipen complicaciones en este
sentido.
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