miércoles, 7 de octubre de 2015

Prosegur, reduciendo el peso de España y Brasil.

La crisis económica que ha eclosionado en Brasil y la fuerte depreciación del real, la moneda del gigante económico de América del Sur, afectan muy directamente a Prosegur, debido a que la compañía ostenta una firme posición de liderazgo en ese país, igual que también tiene una presencia muy relevante en otros 16 países. Las vulnerabilidades derivadas de la alta exposición de Prosegur en España y Brasil se ven mitigadas por el desarrollo de una estrategia de amplia presencia internacional, en la que destaca la reciente entrada en nuevos mercados, como India, Singapur o Australia. Así, tanto en términos de negocio como financieros, la empresa logra consolidar una mejora constante de sus cifras. En consecuencia de estas buenas perspectivas, los expertos de Axesor otorgan a Prosegur un rating no solicitado de BBB-, aunque se encuentra en observación por un proceso de revisión.
El desarrollo de negocio ha permitido una mejora notable de las ventas, que entre 2010 y 2014 experimentaron un crecimiento del 34,7%. Esta tendencia tuvo su continuidad en el primer semestre de 2015, en el que las ventas crecieron un 7,9% hasta llegar a 1.953 millones de euros. Prosegur, empresa fundada en 1976, se caracteriza por un mix de negocio sin concentración, con un posicionamiento y diversificación adecuados en sus distintas líneas de negocio, que le permiten un importante control del riesgo. Su fuerte consolidación en América Latina, donde es líder en la mayoría de los mercados donde opera, está padeciendo ahora las consecuencias de la debilidad económica que afecta a la región, que se traducen en una merma en el beneficio bruto operativo como consecuencia del efecto divisa. De ahí la importancia de la progresiva entrada de Prosegur en nuevas zonas del mundo. A nivel doméstico destaca la puesta en marcha de la nueva ley de seguridad privada en España, que podría favorecer a la compañía gracias a una mayor asignación de competencias al sector. Recientemente, Prosegur se ha convertido en la primera firma de seguridad con licencia para volar drones en España.
La deuda financiera neta concluyó el primer semestre del año en 626 millones de euros (con un ratio sobre Ebitda de 1,3 veces). La compañía ha negociado un nuevo crédito sindicado que le ha permitido amortizar de manera anticipada la parte más costosa de su deuda y sustituir su anterior préstamo sindicado por uno nuevo con vencimiento en 2019 y que proporciona un calendario de pagos más holgado. Es cierto que los actuales niveles de apalancamiento son muy superiores a los que había entre 2005 y 2010, cuando la deuda financiera neta oscilaba entre los 140 y los 250 millones de euros, pero este incremento del endeudamiento ha ido acompasado con el crecimiento del volumen de negocio del grupo. De igual modo, la fuerte corriente inversora lleva a una reducción de los niveles de tesorería, que en el primer semestre del año cerró en 250 millones de euros, frente a los 293 millones al término del mismo periodo en 2014. Pero Prosegur ya ha demostrado con anterioridad la capacidad para integrar de una manera exitosa sus operaciones de fusiones y adquisiciones. Esta experiencia, añadida a la prudencia que marca la estrategia de compras de la empresa, adquiriendo sociedades ya consolidadas en los mercados donde busca introducirse, hace esperar que las inversores puedan empezar a ser productivas a corto plazo.
De hecho, no se observan dificultades en la generación de caja, ni signos de tensión futura, operando con un fondo de maniobra positivo y un capital circular con una dinámica favorable para el grupo. La generación de liquidez y la solvencia inmediata garantizan una adecuada capacidad de pago y poder afrontar el pasivo contraído sin que se anticipen complicaciones en este sentido.


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